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CAMBIAR SITIOLa piel es nuestro órgano más grande. Nos permite sentir y conectarnos con los demás. Es testigo de nuestro paso por la vida, de nuestras experiencias y percances. La salud se refleja en nuestra piel. Actualmente conocemos mucho más que en las décadas pasadas acerca de cómo cuidarla.
La tecnología nos ha ayudado a identificar el tipo de piel que tenemos y se ha generado una enorme cantidad de investigación en torno a sus padecimientos más frecuentes. Este órgano atraviesa por varias fases durante el transcurso de los años. En esta entrada te platicaremos más acerca del cuidado de la piel en las diferentes etapas de la vida.
Cuidados a todas las edades.
Independientemente de la edad, la piel debe limpiarse de manera adecuada en todas las etapas de la vida, en función del tipo de cutis que se tenga y de si se presenta alguna de las siguientes condiciones:
A todas las edades y en cualquier época del año nos exponemos a la luz solar. De manera que no solo en verano o cuando se está en climas calurosos hay que usar un buen protector solar, hay que usarlo de manera cotidiana. Esto protegerá la piel del sol además de que prevendrá su envejecimiento prematuro.
Durante la adolescencia experimentamos muchos cambios físicos y hormonales.
Algunos de ellos son:
Algunos problemas de la piel que tuvimos en la adolescencia pueden disminuir por sí mismos porque los cambios hormonales dejan de ser tan bruscos; pero este no es siempre el caso. Por ello, si se tienen padecimientos en la piel es necesario ir al dermatólogo.
Durante los veintes comenzamos nuestra vida laboral. Es probable que estemos más expuestos al sol y a la luz azul de las computadoras. En muchos casos, se comienza a usar maquillaje de manera frecuente. Por lo que a la rutina de cuidado de la piel de esta etapa debe añadirse un correcto desmaquillado.
Esta etapa es decisiva en la manera cómo lucirá la piel en los treintas. Durante los veintes, seguimos produciendo colágeno, una proteína vinculada a la firmeza y elasticidad de la piel; pero esto no quiere decir que la piel siempre estará en su mejor forma. Debemos ayudarla mediante una dieta balanceada, el uso de protector solar y una correcta hidratación.
Durante nuestros treintas comenzamos a cosechar los frutos de nuestras acciones durante los veintes, y la piel, nos pasa la factura. Factores como el tabaquismo, la falta de un descanso reparador y una mala alimentación juegan un rol en la apariencia de la piel.
Una piel bien cuidada luce más joven mientras que una piel descuidada puede hacernos parecer mayores de lo que somos en realidad. En esta etapa presentaremos nuestras primeras arrugas y en otros casos aparecerán manchas en la piel.
Algunas mujeres pueden presentar melasma, una condición de la piel en la que aparecen manchas, derivado del embarazo y del uso de anticonceptivos hormonales.
Durante esta década la capacidad de la piel para retener agua disminuye, así que es importante aplicar productos hidratantes. Además de los cuidados que se tuvieron durante los treintas, se recomienda el uso de productos con agentes hidratantes que retengan agua (como ácido hialurónico).
El problema más común de la piel en esta etapa de la vida, es la firmeza. Conforme envejecemos, el colágeno deja de sintetizarse como cuando somos más jóvenes, debido al deterioro de los fibroblastos, unas células que se ubican en las capas más profundas de la piel. La piel envejecida cronológicamente presenta una menor adherencia a esta proteína.
A esta edad la piel puede experimentar una menor tensión y las líneas de expresión se marcan más; si bien, estos cambios son normales, podemos disminuir su apariencia con el uso de productos que estimulen la producción y la síntesis de aminoácidos y de proteínas como el colágeno.
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